Recobro de morosos
El recobro de morosos es una actividad compleja que ha tenido su importante cantidad de mala prensa en España, y como muestra tenemos una reciente noticia sobre la agresión a un empleado de una de las empresas más conocidas dedicadas a esta actividad: Una persona a la que un cobrador del frac seguía en Villarrobledo para reclamarle una deuda ha embestido con un toro mecánico industrial contra su vehículo, por lo que tuvo que ser trasladado en estado crítico al hospital de la población albaceteña.
Según explica el experto en morosología Pere Brachfield:
En lo referente al recobro de impagados, España tiene uno de los métodos más pintorescos a la hora de perseguir a los morosos recalcitrantes: enviar detrás del deudor a un cobrador disfrazado. Este método sólo se utiliza de forma habitual en nuestro país, que se ha convertido en una singularidad en el ámbito europeo de la recuperación de impagados a falta de cualquier normativa legal que regule la industria del cobro de deudas.
Estas empresas trabajan en el borde de la legalidad y sus métodos además de estar muy cuestionados por algunas asociaciones profesionales, han recibido varias sanciones de la Agencia Española de Protección de Datos por un uso excesivo y abusivo de datos de carácter personal.
Según los informe estadísticos que elabora el Consejo General del Poder Judicial, la cantidad de procesos monitorios de reclamación de cantidades ha descendido los últimos años, lo que no significa un descenso de la morosidad en España, sino que debido a la carestía, poco éxito y lentitud de la justicia tradicional, las empresas cada vez recurren menos a este tipo de procedimientos, dejando en muchos casos que las deudas se eternicen en sus cajones y suponiendo un grave problema de liquidez para las cuentas de la compañía, o recurriendo ante la desesperación a métodos poco fiables como los ya citados.
Es por ello que evitar y combatir la morosidad continúa siendo una de las principales preocupaciones de las empresas. Una encuesta acerca del entorno empresarial llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de 2013 sobre una muestra de establecimientos que cubre todo el territorio nacional, todos los sectores y los distintos tamaños de las compañías, demostró que el 53,7% de los empresarios preguntados señalaron la morosidad como el elemento que impactó más negativamente en su negocio durante el ejercicio pasado.
Resulta evidente que el mejor moroso es el que no existe y como adecuada política preventiva invitamos al lector a descargar nuestro ebook 7 Principios básicos para prevenir los impagos (acceso en la página principal de nuestra web), pero sin duda la principal acción positiva que una empresa puede implantar de cara a evitar la morosidad y no tener que recurrir al recobro forzado es llevar al terreno del arbitraje este tipo de controversias mercantiles.
Además de poder solventar futuros problemas de facturas impagadas con mucha mayor celeridad y a menor coste que la justicia tradicional, el arbitraje puede usarse también como un método eficaz de retomar deudas antiguas y proceder al recobro de morosos a través de la negociación con el deudor, plasmada en un nuevo documento de reconocimiento y calendario de pago de la deuda en el que se incluya la cláusula arbitral.
Si quiere sabe más sobre cómo el arbitraje puede ayudarle a recuperar deudas antiguas, el recobro de morosos y evitar futuros impagos, no dude en ponerse en contacto con nosotros.